Jeep es con sus 7 modelos la marca que hoy por hoy dispone de la gama de SUV y 4x4 más amplia del mercado. Hoy nos centraremos en el último en llegar, el Patriot, que apuesta por un retorno a lo esencial para poner el mito Jeep al alcance de (casi) todos.
Consideraciones semánticas¿Qué fabricante europeo se habría atrevido a llamar "patriota" a alguno de sus modelos? Ninguno a nuestro entender. De hecho, Land Rover ya optó por un prudente "Defender". Cierto que no se debe confundir patriotismo con nacionalismo. El nombre nos retrotrae a los tiempos heroicos de la marca y designa asimismo los famosos misiles tierra-aire del ejército americano.
Sin extrapolar demasiado el significado del nombre, podría interpretarse como cierta voluntad de retorno a los valores fundamentales de la marca, palpables en no pocos aspectos del vehículo.
100% JeepVisto el colosal tamaño que se gastan hoy numerosos SUV y comparado al Grand Cherokee, el Patriot se engloba en la categoría de los pesos medios (1.645 kg por 4,41 m de largo y 1,76 de ancho). Suficiente para calmar la conciencia de aquellos a los que la tentación de un SUV plantea un conflicto con sus convicciones ecológicas. El Patriot no gasta más que 6,7 litros a los 100 km (datos del fabricante) y sus dimensiones nos recuerdan que los primeros Willys rondaban los 1.000 kg.
Estéticamente, el Patriot retoma con mucho acierto las señas de identidad de la marca: líneas cúbicas acentuadas, arcos de rueda marcados, calandra con las 7 rendijas, capó abombado en el centro y pequeños faros en forma de ojo de buey.
Compass vs Patriot: el juego de las 7 diferenciasA pesar de ser más anguloso y cuadrado que el Compass, el Patriot es prácticamente una copia punto por punto del primero. Cierto que los encargados de vendérnoslo disponen de una buena batería de argumentos para hacernos ver las diferencias: las formas más suaves del Compass gustarían más a las mujeres mientras que los hombres nos sentiríamos más identificados con las líneas viriles del Patriot. El Compass tiene un posicionamiento más urbano frente al Patriot, dotado para la aventura… Una retórica que se justifica únicamente por la necesidad de dar salida a uno y otro vehículo y evitar que uno eclipse las ventas del otro.
En pocas palabras, detalle más o menos, se trata del mismo vehículo: la misma plataforma, los mismos trenes de rodaje, el mismo motor y hasta la misma decoración interior.
Empecemos por ésta última que, como en el caso del Compass, no es el punto fuerte del modelo: el salpicadero es macizo, sumario, con aristas. Los plásticos que lo componen son poco agradables al tacto y las partes de aluminio cepillado no son más que imitaciones... de plástico. ¿Y qué decir de la guantera? Ridículamente pequeña.
Pese a todo, podrá interpretarse esta austeridad como una búsqueda de sencillez y funcionalidad en adecuación con la tradición Jeep. Un minimalismo que permite rebajar costos y apuntar así a una clientela más joven.
Un auténtico todoterreno…Hechas estas objeciones, hemos de decir que las cualidades dinámicas del Patriot logran convencernos. El fabricante ha tenido la buena idea de quedarse con solo uno de los dos motores que monta el Compass: el 2,0 litros Diesel con inyección directa de Volkswagen. A falta de ser silencioso, el bloque se adapta perfectamente al peso del vehículo, aliando un consumo moderado con los excelentes reprises que le otorgan sus 310 Nm de par.
Por supuesto que el Patriot no pretende ser un 4x4 para franquear obstáculos difíciles pero, dejando a un lado las condiciones extremas, cumple todos los requisitos para poder aventurarse por caminos perdidos: nosotros mismos lo hemos podido comprobar en los bosques de los Vosgos. Su transmisión integral ofrece una polivalencia capaz de satisfacer tanto a los padres de familia atentos a la seguridad de sus vástagos como a los aventureros de fin de semana. En carretera, en modo normal, el reparto de la potencia entre los ejes delantero y trasero es de 60/40, siendo su comportamiento equiparable al de una berlina. Sobre suelo nevado o campo a través, la transmisión puede bloquearse con un reparto de 50/50.
Hay que añadir a esto toda una batería de equipamientos de seguridad de serie como los airbags laterales, el control de tracción anti-patinado TCS, el freno de urgencia asistido, el control de estabilidad con función antivuelco o el ABS…
… polivalente y asequibleEsta polivalencia se pone de manifiesto también en la modularidad interior del vehículo: la trasera ofrece espacio suficiente para tres personas (aunque la del medio no viaje demasiado cómoda a causa del túnel central) y el maletero tiene un volumen de carga de 320 litros que se convierten en 1.357 al plegar los asientos traseros. Argumentos que convierten al vehículo en una alternativa atractiva y original al tradicional monovolumen, sobre todo para los padres jóvenes.
ALGUNOS VIDEOS:https://www.youtube.com/watch?v=MonfGrOgg0ohttps://www.youtube.com/watch?v=am_PC39XJi8&NR=1Fuente: www.viamichelin.esSaludos
Stephanie